jueves, 6 de mayo de 2010

Camino de Eunate, para ver a María, y sin saberlo, haciendo Impresionismo.



Yo no lo sabía.
Yo no sabía en ese momento que estaba haciendo impresionismo, jugando como un inconsciente atrevido a ser el Maestro Renoir, simplemente me divertía haciéndolo, mientras mis piernas torturadas y mi espiritu lleno de alegría descansaban de tanta belleza en el camino de Eunate.
Hay lugares que marcan tu corazón para siempre, lugares que no tienen la grandeza de las montañas, ni la promesa de libertad de las grandes praderas, en el camino de Eunate la belleza está en tus ojos, y sólo tienes que abrirlos y dejar que se llenen de pequeñas maravillas.

Camino de Eunate.

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